lunes, 7 de diciembre de 2009

Jugamos como nunca y perdimos como siempre

La actuación de la Cultural Leonesa frente al Palencia podría ser resumida con la frase que da título al artículo de hoy, una de esas sentencias tajantes e inclementes de las que la jerga futbolística posee un amplio repertorio. A tenor de lo visto en el Reino de León, puede ser que la apreciación resulte exagerada y hasta inexacta, puesto que ni los leoneses hicieron un fútbol de alta escuela, ni se retiraron a los vestuarios de vacío. Sin embargo, poniendo en una balanza los méritos de unos y otros, no cabe duda que el empate cosechado por los locales tienen un inequívoco sabor a derrota.

Hace quince días ironizábamos con el optimismo que mostraba Yosu Uribe en sala de prensa y que contradecía lo preocupante de la situación clasificatoria del equipo. La realidad le ha dado parte de la razón, al menos en la tarde de ayer, puesto que sus muchachos han cuajado, línea por línea, un partido realmente completo y bastante aproximado a su verdadero potencial. La cultu aprobó con nota el examen con la pelota en los pies y Segovia se pareció, por fin, a lo que debe ser un organizador de juego, distribuyendo la posesión al compañero mejor situado. Los defensas, tan propensos al error garrafal, cumplieron a la perfección con sus tareas, con mención especial para Pereira, encargado de marcar a un perro viejo como Paulino, ya algo escaso de físico, pero inagotable de recursos dentro del área.

Llegaban en puestos de playoff y seguramente pletóricos de moral, aunque los ruidosos hinchas palentinos tuvieron que contener la respiración en varias ocasiones. El punto con el que celebraron el pitido final se lo deben agradecer a su portero, Rebollo, que evitó la victoria culturalista con varias intervenciones de mérito. La primera de ellas nada más comenzar el partido, cuando Ferrán recibió un pase filtrado entre los defensores y su tiro raso tropezó con la pierna del cancerbero. Ya en la segunda mitad, Jito pudo haber agrandado su leyenda con un remate desde el punto de penalti, aunque la estirada fenomenal de Rebollo se lo impidió. Chema, condenado a salir desde el banquillo, creó varias situaciones de remate para sus compañeros que los defensores morados desbarataron imitando los lanzamientos en plancha de Carles Puyol en el que ahora llaman clásico.

Mientras rodeábamos el estadio en dirección a casa, aprovechando una tregua de la lluvia, el tío Lin y yo seguíamos masticando lo visto instantes antes sobre el terreno de juego. La Cultural sigue sin salir de la poza, eso es innegable, aunque ha superado claramente al tercer clasificado de la competición. Ya se sabe, el fútbol es así y el que perdona lo paga. En las gradas, el partido parecía que aún no había terminado para algunos y se oían improperios y lindezas varias entre los miembros más revolucionados de ambas aficiones, presumiblemente a modo de despedida.

martes, 24 de noviembre de 2009

Yosu Uribe conserva el optimismo

En los círculos culturalistas, la semana pasada estuvo marcada por la extraña situación de Chema. La polémica llegó a los medios tras la ausencia del más emblemático de los integrantes de la plantilla frente al filial del Athletic y parece que una cláusula de renovación automática por número de partidos disputados es la causa del conflicto. El veterano carrilero sí disfrutó de minutos frente al Sestao y para él fue la mayor ovación de la mañana en el momento de saltar al terreno de juego, aunque el respetable ya se hubiera dejado oír en varias fases del partido,pidiendo la participación del futbolista y la dimisión de algunos elementos del consejo de administración.


Ya en la sala de prensa, Yosu Uribe se mostró evasivo y contrariado en el momento en el que llegaron las inevitables preguntas acerca de su jugador. Su intento de zanjar una polémica en la que su imagen pública se ha visto seriamente dañada tampoco resultó convincente, alegando unos problemas físicos que ni los servicios médicos del club ni el propio Chema consideran un impedimento para su presencia en el once titular. Seguramente, Uribe considera que los incidentes extradeportivos suponen un obstáculo para la buena marcha de su equipo; sin embargo, cada vez es mayor la sensación entre los socios de que el verdadero obstáculo con el que se enfrenta el club son sus propios dirigentes.

Las palabras del míster llegaban a través de la radio como si fueran el discurso de un político: confianza, optimismo... ¿Tenían los culturalistas motivos para el optimismo el domingo a la hora de la comida? Pues, puestos a ver el lado positivo, es innegable que el equipo dejó muchos detalles para la esperanza. La defensa, por ejemplo, si exceptuamos la total incompetencia que mostraron para quitarle la pelota a un oponente en el gol del Sestao, se mostró firme y expeditiva a lo largo y ancho del encuentro. Los mediocentros, tan denostados, aunque estuvieron desaparecidos en el primer tiempo, lograron después bajar la pelota al césped y moverla hacia el compañero mejor situado, no necesariamente el más alejado de la portería propia. Los hombres de banda deslumbraron con cabalgadas tremendas, eléctricos para desbordar a su par y poco precisos a la hora de colocar sus centros. Y Jito... realmente ya no necesita marcar ningún gol en lo que resta de temporada, su nombre ya forma parte de la historia.

De hecho, si nos decidimos a tomar un saludable y optimista punto de vista, tendremos irremediablemente que admitir que esta Cultural, si bien más desorganizada y vulnerable, es mucho más impredecible y entretenida de ver que la añorada versión de la temporada pasada. El horario matinal, por otra parte, no tuvo las perniciosas consecuencias que alguno auguraba, pues la afluencia de público fue tan escasa como en cualquiera de las últimas tardes, a cambio, eso sí, de disfrutar de una temperatura mucho más llevadera.

Estoy con Uribe cuando pide calma y paciencia. Un proyecto deportivo serio no se construye bajo el sueño de una noche de verano, ni puede un entrenador demostrar su verdadera valía en tan solo tres meses. Desgraciadamente, tras este revitalizante ejercicio de optimismo y el quinto empate en casa de la temporada, la cultu sigue estando una semana más en posición de descenso y con rivales de gran exigencia a la vuelta de la esquina.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Regreso al futuro

Por muy corto que sea o bien planeado que esté, un viaje no deja de ser un complejo y atolondrado juego de azar, en el que hasta lo más improbable tiene cabida. Algo similar podría decirse de un partido de fútbol. Y aunque se conozca el destino, la llama del misterio permanece encendida y temblorosa. El desenlace inevitable de aquel Barça - Cultural no era cosa de oráculos, más bien podría decirse que ya estaba escrito y sólo restaba contemplar la dispar caligrafía con que los contendientes firmarían su actuación para la posteridad. Hubo, eso sí, quien, sin importarle la certidumbre del resultado, viajó con la ilusión intacta a la Ciudad Condal, quizá movido por la imprevisible belleza del camino, quizá porque la historia nunca llama dos veces.

El tren horada la noche mientras sus ocupantes tratan de conciliar el sueño. Podría ser que el sueño culé de repetir glorias sea compatible con el anhelo culturalista de recuperar dignidad y prestigio. Aún tenemos muchas horas por delante antes de salir de dudas, todo un día de ocio hedonista ocupado por completo en preliminares que hagan mayor el placer caída la noche.

A primera hora llegamos a Barcelona, con los huesos un tanto arrugados pero animados por lo primaveral de la atmósfera que nos recibe. Un prolongado paseo nos acerca a la imponente fachada de la sede azulgrana, junto a la cual hemos reservado alojamiento. Frente a nosotros se extiende el barrio de L'Hospitalet, donde se trabaja con la normalidad de un día cualquiera y la quietud del bar en el que desayunamos contrasta con nuestro entusiasmo, sólo atemperado por el estómago vacío y el desasosiego del descanso incompleto.

Las primeras pinceladas de color leonés las encontramos en el puerto, en el conocido complejo comercial con restaurantes y tiendas para todos los públicos y donde el castellano comienza a perder su utilidad en favor de ese inglés torpe e impersonal con el que se comunican los turistas. Un grupo de jóvenes culturalistas come al aire libre de Noviembre. Minutos después, por La Rambla, las bufandas y banderas, que en otros lugares captarían la atención del peatón, pasan aquí totalmente desapercibidas, engullidas por la marea turística que recorre el barrio gótico de esta ciudad museo. En otras urbes, las maravillas se guardan en edificios aclimatados; en Barcelona, el arte sale a la calle: mimos, actores, pintores, malabaristas o carteristas. Todos ellos y muchos otros actúan en el imponente escenario de la capital catalana.

El arte futbolístico, sin embargo, tiene su propio templo y es hoy, el Camp Nou, más que nunca, el gran referente mundial del espectáculo y buen gusto futbolísticos. Es difícil describir lo que se siente al acceder al graderío y que la vista quede inundada por los colores azul y granate de los graderíos interminables o el verde intenso del césped. No es nuestra primera visita al Estadio, pero la impresión es más profunda que aquella otra; no siempre las primeras impresiones son más duraderas.


Hasta que los jugadores saltan al campo y el tiempo se detiene. Es un guiño del destino que esta Cultural Leonesa, un tanto empañada y titubeante, se haya visto emparejada con el mejor equipo del planeta. Nuestro viaje de 8 horas es difícilmente comparable a la travesía de más de 53 años del club, el tiempo que ha transcurrido entre la primera visita culturalista a campo del FC Barcelona, en jornada de Liga, y esta segunda, copera. Por aquel entonces, el Barça jugaba en el Estadio de Les Corts, Ramallets defendía la portería local y el ejemplar de la mañana de El Mundo Deportivo costaba la anacrónica cantidad de 80 céntimos. Puede que lo único que no haya cambiado desde entonces sea la pasión irracional que lleva a los aficionados a acudir a los campos y alentar, aunque sea disimuladamente, a quienes defienden el escudo de su equipo.

El regreso, salpicado por las grandes ciudades del norte, es largo y solitario. El Real Madrid es sujeto de los titulares, porque hasta en la derrota los grandes roban el protagonismo a los pequeños. En la retina de los culturalistas, donde quiera que estén, quedará la vigilancia de Chema Mato a Iniesta, la lucha de Jito con Puyol o el balón de gol controlado por Alberto Suárez dentro del área y que acabó mansamente en las manos de Pinto. Muy escaso bagaje, quizá, para la tan larga espera de la historia. Finalmente, el tren llega a casa. El Reino de León pasa fugazmente a mi derecha, como un felino dormido que descansa. Sería inadmisible que haya que, por incompetencia de dirigentes y desidia de aficionados, tengan que pasar otros 50 años hasta volver a enfrentarnos al mejor equipo del mundo.

jueves, 29 de octubre de 2009

Va por ti, Germán

Las televisiones montaban su dispositivo al mediodía, mientras los operarios municipales daban los últimos retoques tanto fuera como dentro del estadio. El Reino de León se vestía con sus mejores galas para acoger el partido de más repercusión en la historia reciente de la Cultural Leonesa. La visita del Barcelona pentacampeón paralizó la ciudad de León en ese 28 de Octubre para el recuerdo de miles de aficionados. Centenares de ellos se acercaron al aeropuerto y al Parador de San Marcos para estar cerca de Pep Guardiola y el resto de la expedición azulgrana, que comenzaban su defensa del título copero en la capital leonesa. La plantilla culturalista ha pasado del anonimato de la 2ªB al primer plano de la atención mediática en una horas de ensueño y, con ellos, toda una ciudad volcada con el acontecimiento. La enorme repercusión del fútbol en nuestra sociedad, no sé si justa o tan siquiera deseable, ha vuelto a obrar el milagro de situar a León en el mapa.


A pesar de las múltiples y significativas ausencias en el conjunto barcelonista, los aficionados locales disfrutaron de una fiesta memorable. Las instituciones aprovecharon para promocionar el aniversario del Reino de León, las peñas para desplegar sus pancartas y el ciudadano de a pie para acercarse al estadio y deleitarse con el presente y el futuro del mejor equipo del mundo enfrentándose a la Cultural. Porque los nuestros también han sido protagonistas. Jito, Saizar, Chema, Gorka, Mato y el resto se vieron las caras anoche con estrellas consagradas como Touré Yaya, Márquez, Keita, Busquets o Bojan. Y lograron dar una buena imagen. A pesar de la técnica exquisita y mayor experiencia de sus rivales, el conjunto leonés logró estar a la altura de las circunstancias durante muchos minutos del encuentro. En el ambiente flotaban las imágenes de la proeza lograda por otro modesto, el Alcorcón, en la noche del martes frente al Real Madrid, aunque la cruda realidad de la cultu actual no daba para mucho más de lo que se vio sobre el rectángulo de juego.

La constatación de la diferencia de nivel entre uno y otro equipo puede ilustrarse con una simple anécdota. Pasadas las 8 de la tarde, a poco menos de dos horas para el comienzo de la función, los jugadores locales hacían su entrada al estadio por la puerta que da acceso a las oficinas, caminando tranquilamente entre la marea de aficionados. A pocos metros de allí, la gente se agolpaba sobre las vallas que flanqueaban el acceso del autobús visitante a las instalaciones, con la esperanza de capturar algún saludo de los visitantes.


No merece la pena redactar la crónica de este partido cuando puede leerse la misma en multitud de medios, ver el vídeo con los goles de Pedro y ojear las fotografías. Me quedo simplemente con la esperanza de que el acontecimiento haya creado adeptos para la causa culturalista y el disfrute de haber estado con mi gente, para algunos de los cuales era la primera vez veían jugar a la cultu. Y también con el recuerdo de alguien que hubiera estado y que no lo pudo hacer porque una noche la vida se le fue en la carretera. Mi amigo Germán, apasionado del fútbol a más no poder, socio de fondo norte, culturalista desengañado, como tantos otros, y aficionado del Barça. Un desgraciado accidente le impidió ver la Copa de Europa de París, el triplete de este año, la fantástica temporada del equipo dirigido por Álvaro Cervera y los golazos de Jito. Le privó a él de este maravilloso Cultural - FC BArcelona y, lo que lamento por encima de todo, a nosotros de su amistad. Va por ti, Germán.

domingo, 25 de octubre de 2009

Fútbol de alto voltaje entre la Cultural Leonesa y el Lugo

A falta de 10 minutos para la finalización del encuentro, Chema Mato fue expulsado por acumulación de amonestaciones. Una protesta airada en la primera mitad y una mano involuntaria en la segunda fueron infracciones suficientes para que el colegiado dejara a la Cultural con un hombre menos y en condiciones precarias para resistir las acometidas de un Lugo volcado al ataque. El equipo gallego acabó logrando el gol del empate a fuerza de acumular efectivos en área leonesa, para desesperación de los jugadores y de la parroquia local. Culpar al árbitro del resultado, sin embargo, sería faltar a la realidad de un partido en el que los pupilos de Yosu Uribe se vieron superados en todo momento y que sólo se puso de cara gracias a un nuevo milagro de Jito en forma de gol.

La noche, con el telón de fondo de una lluvia persistente, se presentaba interesante ante la visita de un conjunto con buenas credenciales clasificatorias e invicto en sus desplazamientos. Los aficionados respondieron mejor que en anteriores fines de semana, a modo de ensayo en miniatura para el enfrentamiento copero ante el Barça. Espoleados por la presencia de aficionados visitantes, los cánticos de ánimo se hicieron sentir desde el comienzo. A pesar de tener estos factores ambientales en contra, el Lugo tomó la iniciativa del juego casi desde el pitido inicial y mostró una gran facilidad para encontrar el espacio libre y acercarse a las inmediaciones del marco de Saizar. El portero culturalista tuvo que recoger la pelota de su portería hasta en dos ocasiones durante los primeros 45 minutos, aunque en ambas situaciones la bandera erguida del asistente mantuvo inamovible el electrónico.


La incapacidad para jugar el balón por parte leonesa resultó en ocasiones desesperante. Sin embargo, cosas del fútbol, el gol cayó de su lado gracias a un tremendo zapatazo de Jito desde fuera del área, que se coló en la portería lucense tras golpear en la escuadra. El delantero catalán sigue firmando todos los goles conseguidos por su equipo y ya se ha convertido en el gran ídolo de la afición. Un murmullo recorría el graderío cada vez que el 9 entraba en contacto con la pelota, como si de un mago del balompié se tratara, como si sobre el césped estuviera un Ronaldo o un Forlán jugando de incógnito con la camiseta blanca.

Con muchos minutos por delante, el once de Quique Setién no hizo sino redoblar esfuerzos ofensivos y aumentar la emoción de una noche electrizante. En un contrataque clamoroso, Yavhé pisó área en solitario para dar la puntilla al encuentro, pero su disparo se estrelló en Escalona. El balón, de todas maneras, permanecía la mayor parte del tiempo en campo culturalista. Tras la expulsión de Mato y varios minutos de atrincheramiento local en alrededor de su portería, llegó el empate como capítulo final de la crónica de una muerte anunciada.

El epílogo, de cuatro minutos, acabó con un remate de Ferrán en el larguero. El esfuerzo postrero culturalista, encomiable, no pudo borrar el regusto amargo con el que los aficionados abandonaron el estadio, conscientes de que su equipo no había hecho méritos para más.

lunes, 19 de octubre de 2009

La Cultural se da un respiro a costa del Compostela

Santiago de Compostela no necesita de grandes campañas de márketing cuando se trata de atraer visitantes. La ciudad gallega es un punto de peregrinación mundialmente conocido, lo cual contribuye a que sus calles estén en constante estado de ebullición, repletas de gente de muy diversas procedencias. El casco viejo reúne a virtuosos de la música, sacerdotes que hablan con acento de Oxford, francotiradores de la fotografía, colectivos políticamente inquietos y buscavidas varios. Por si fuera poco, la numerosa población estudiantil se hace notar en el ensanche y, muy especialmente, a altas horas de la noche. Santiago es una urbe diferente, universal y aldeana mismo tiempo, garantía de satisfacción para el viajero más exigente. Acompañar a la Cultural en su peregrinaje hacia la historia era una oportunidad demasiado tentadora para dejarla pasar.

Así fue como después de un fin de semana completo y una siesta al sol en O Monto do Gozo llegó el momento de acudir a San Lázaro, un campo que fue escenario de grandes batallas y testigo de uno de los mejores goles que se recuerdan en la liga española. Aquellos eran otros tiempos, claro está, pues hoy el Compos es un equipo recién ascendido a la división de bronce y con una escasa capacidad de convocatoria entre los aficionados, a juzgar por lo desolado del graderío en el día de ayer. No se dieron cita ni mil espectadores para presenciar el trascendente partido entre los dos últimos clasificados del campeonato, aunque su poca presencia se viera, en parte, compensada por la contundencia con la que animaron los presentes. Infiltrados leoneses no pude apreciar desde mi posición, aunque el de San Lázaro no era un ambiente propicio para dejarse ver en demasía.

Tenía curiosidad por comprobar de primera mano la actitud del equipo en los desplazamientos y más en un tan importante como el de ayer. Pues bien, hay que decir que la Cultu salió de los vestuarios con las ideas muy claras. Tanto es así que la primera ocasión llegó desde en mismo saque inicial, en una jugada posiblemente ensayada que Yavhé cabeceó dentro del área y que exigió una ágil estirada del guardamenta gallego. No fue un espejismo, porque los leoneses siguieron creando peligro con insistencia, hasta conseguir adelantarse pasado el cuarto de hora. Fue en una jugada bien ejecutada que partió de las botas de Cerveró, quien puso un preciso balón al espacio para la arrancada de Yavhé, que conectó por raso con Jito para que el ariete catalán resolviera con maestría a la media vuelta. El panorama del partido no cambió un ápice en los siguientes minutos. Chema, poco acertado en la tarde de ayer, envió un balón al larguero desde el borde del área cuando ya se cantaba el gol. La Sociedad Deportiva Compostela no perdió las ganas en ningún momento, pero careció de la precisión necesaria para encontrar posiciones de remate.

Al borde del descanso, la Cultural Leonesa ya dominaba el encuentro a su antojo y daba muestras de total seguridad. Para entonces, la palabra más repetida por el graderío era "burro", aplicada a sus propios jugadores y en especial al portero: Pablo, algunas de cuyas acciones podían haber agravado la situación de los suyos en el marcador.


Quedaba por resolver una incógnita: ¿serían los hombres de Yosu Uribe capaces de mantener la ventaja en el marcador? Está siendo una constante esta temporada que la Cultu tome la iniciativa en los partidos y que sus rivales acaben remontando. Sucedió en casa frente al Pontevedra y el Ferrol, también fuera en Tajonar. En San Lázaro, pronto se vio que la victoria iba a quedar encomendada a las intervenciones de Saizar.

Más fruto de las indecisiones defensivas que del buen juego, el Compostela comenzó a rematar a portería desde zonas peligrosas. Hasta tres intervenciones provindenciales de su guardameta fueron necesarias para que la Cultural lograra mantener el resultado. Durante media hora, el equipo leonés se dedicó en exclusiva al noble arte del despeje, aferrándose con uñas y dientes a su escasa ventaja. Ya en los últimos compases, el farolillo rojo perdió fuelle, presa del cansancio y el desánimo, circunstancia que aprovecharon los leoneses para contragolpear. Jito pudo haber sentenciado con un balón despejado sobre la misma raya por un defensor, pero el resultado permanecería imperturbable hasta el pitido final.

lunes, 12 de octubre de 2009

Jito no es suficiente para doblegar al Racing de Ferrol

Los aficionados de la Cultural Leonesa deberían abstenerse de mirar la tabla clasificatoria. Una semana más, su equipo se encuentra situado en puestos de descenso y, con el paupérrimo bagaje de una victoria y tres empates en los ocho
partidos disputados, la situación ya comienza a no ser circunstancial o anecdótica. En el partido de ayer, ni el apoyo del público, ni la inercia positiva tras el éxito de Copa, ni el olfato goleador de Jito fueron suficientes para asegurar los tres puntos frente al Racing de Ferrol.

A pesar de que la festividad del lunes habría podido restar presencia en las gradas, el Reino de León registró la mejor entrada en lo que va de temporada, aunque todavía lejos de las cifras del campeonato pasado. A ello colaboró generosamente el numeroso grupo de aficionados ferrolanos, que, a buen seguro, disfrutaron de la bonanza del clima y las numerosas atracciones del fin de semana leonés. Es de esperar que esta tendencia al alza se mantenga y que muchos más sigan el ejemplo de mi amigo el Tío Lin, quien decidió finalmente renovar su abono de la campaña pasada, aprovechando el evento del día 28.

En lo estrictamente futbolístico, hay que destacar que el equipo no acusó la resaca copera. Con casi todos los habituales en el once inicial, de hecho, los jugadores dieron la impresión de estar más confiados y seguros que en otras ocasiones. Controlaron más la pelota que sus adversarios y la jugaron con criterio. Se consiguió que los 3 mediapuntas participaran con frecuencia, aunque lo hicieran algo alejados de las zonas de peligro y abusaran de la conducción. El gol, como no podía ser de otra forma, estaba en las botas blancas de Jito.


El ariete catalán ya había avisado en dos ocasiones durante la primera mitad. Un buen servicio de Ferrán le permitió cabecear con peligro, aunque el remate rechazara en un defensor y terminara en córner. Más clara aún fue una pelota por raso en boca de gol a la que Jito golpeó defectuosamente para alivio del meta Reguero. El 9 culturalista no necesitó seguir ensayando y, ya en la segunda mitad, recibió un balón recuperado por Chema sobre el círculo central, se aproximó hasta la frontal del área y, desde allí, conectó un inapelable remate ajustado al palo derecho de la meta contraria.

Hasta entonces, el Racing de Ferrol sólo había puesto a prueba a Saizar en una jugada aislada y no parecía que, al menos por juego, fuera capaz de recuperar el terreno perdido. Sin embargo, por incomprensible que parezca, se repitió el guión de anteriores tardes. Casi a renglón seguido, Jesús se encontró con una autopista libre por el carril derecho, llegó hasta línea de fondo y puso un centro medido que Juan convirtió en el gol del empate, para desesperación de los espectadores. El último cuarto de hora ya se redujo a una presión infructuosa de la Cultural, que no pudo inquietar a los ferrolanos a pesar de lanzar varios corners y faltas laterales.

A pesar de las buenas sensaciones ofrecidas en algunas fases del partido, la realidad es que a la Cultural se le comienzan a agotar las excusas y, a su entrenador, los argumentos. En vista de la situación, el partido de la próxima semana en Santiago de Compostela, frente al colista, adquiere la importancia de una final.

viernes, 9 de octubre de 2009

La Copa trae a León al FC Barcelona

Este modesto blog nacía, allá por Septiembre del año 2007, con la intención de contar las pequeñas historias de un discreto club de fútbol desde la óptica personal de un simple aficionado con ganas de disfrutar del noble arte del balompié. También nacía con la firme esperanza de ver llegar el día en que focos mucho más poderosos ocultaran el tenue resplandor de linterna que son los comentarios aquí vertidos. Tras el frustrado intento de gloria del verano pasado, los aficionados de la Cultural Leonesa viven hoy en un irrefrenable estado de euforia al conocer que el bombo copero les han emparejado con el equipo más admirado y admirable del momento: el Fútbol Club Barcelona.


Algo parece indicar que la plantilla culturalista se tomó la participación en el torneo del KO con un gran interés ya desde la primera ronda. Entonces tuvieron que remar contra corriente frente al Lemona, para acabar consiguiendo el pase en los lanzamientos de penalty. El siguiente escalón midió a los leoneses con el Estepona, en un partido fantasmal en el Reino de León, que acabó con un contundente resultado a favor de los locales. Al envite del pasado miércoles en Ontinyent se llegó con el lastre de un inicio liguero preocupante y la tremenda dificultad de un rival en racha y líder invicto del grupo III de 2ªB. Los muchachos de
Yosu Uribe, sin embargo, sacaron fuerzas de flaqueza para superar a los levantinos en una nueva tanda de penaltis, llevando el delirio a una ciudad que estuvo pegada a la radio hasta la medianoche.

Al conocer que el bombo nos había regalado la tan ansiada visita de un grande, el Barça más grande de todos los tiempos, la emoción me hizo retroceder a otra época, muchos años atrás, y sentir de manera renovada la ingenua emoción del adolescente. Recordé aquella eliminatoria de los años 90 frente al Real Valladolid, aquel partido de vuelta en el mismísimo José Zorrilla, en el que los
Ballesteros, Ángel Luis, Juan Carlos o Carolo, entre otros, me hicieron soñar con la posibilidad de asistir a un auténtico milagro futbolístico. Quizás aquel fuera mi bautismo culturalista, el instante en que unos colores quedaron tatuados en el corazón. Todo buen aficionado ha de pasar por algo similar, como un rito de inciación que guía el destino de un ser humano para siempre.

Esta eliminatoria pasará a la historia de la Cultural y permanecerá en la retina de sus aficionados. Sin embargo, es de esperar que sus consecuencias vayan más allá de la apetitosa gratificación económica que supondrá para el club. Esta ha de ser una eliminatoria que marque un antes y un después en la masa social culturlista: que haga afición. Que regresen los que un día abandonaron, que pierdan el miedo los que nunca creyeron, que se emocionen los que ni siquiera sabían que esto podía pasar aquí. La visita del Barça es la gran oportunidad que esta ciudad tiene de recuperar a su equipo de fútbol. Y quienes hoy dirigen el club tienen la ineludible responsabilidad de poner de su parte para que esos 90 minutos de fiesta sean la semilla de una Cultural más respetada y más querida.

El próximo día 28 de Octubre mucha gente experimentará una emoción desbordante, algo de lo que el abono a la plataforma digital no es más que una burda imitación. Ojalá que a nadie se le olvide cuando los focos se apagen esa noche de ensueño.

domingo, 27 de septiembre de 2009

La Cultural se merienda al Guijuelo

A pesar de lo benigno en lo atmosférico, la tarde se presentaba tensa y encapotada en lo futbolístico. Hundida en el fondo de la clasificación, la Cultural Leonesa regresaba a su estadio para jugar un partido a cara de perro frente al Guijuelo, con la necesidad inaplazable de conseguir la primera victoria liguera de la temporada. Si la situación del club en lo económico es crítica, la posición del equipo en la tabla no podía calificarse de desesperada, pero en el Reino de León el ambiente indicaba que los puntos en juego tenían un valor más allá de la simple aritmética. Los aficionados, que pidieron la dimisión del presidente en varias fases del encuentro, apoyaron sin embargo a sus jugadores con más vehemencia que en otras tardes. El entrenador, que ocupó su banquillo con ropa deportiva en lugar de la americana de otras ocasiones, dio la oportunidad a Denís de demostrar su valía desde el inicio del partido. Y acertó.


Teniendo en cuenta los resultados cosechados hasta el momento, podría decirse que las crónicas han sido bastante benignas con el juego de los hombres de Yosu Uribe. A juzgar por lo visto ayer, los rasgos definitorios de la Cultural siguen siendo los mismos que ya se adivinaban en el partido inaugural: vocación ofensiva, medio campo endeble y falta de oficio para manejar el marcador. Frente al Guijuelo, se volvieron a ver las mismas virtudes y los mismos defectos de jornadas anteriores, aunque los salmantinos desaprovecharon la oportunidad de llevarse un punto de León en el último cuarto de hora, cuando los locales se encerraron en su propio campo y defendieron su portería con más nerviosismo que acierto, aunque con éxito al fin y al cabo.

Hasta entonces, el dominio territorial y las aproximaciones más peligrosas habían caído del lado culturalista. Aprovechando que el Guijuelo colocó muchos efectivos por delante del balón, la Cultural buscó la conducción rápida de Chema y Denís para llegar a las proximidades del área contraria. Los centros en busca de la cabeza de Jito y los disparos desde la frontal no dieron el resultado apetecido, pero provocaron el aplauso de un respetable inusitadamente comprometido. Las discutidas decisiones del colegiado, que expulsó a Uribe, añadieron más dramatismo a un partido movido que llegaba al descanso con el marcador inicial.


La segunda mitad se inicó con Denís como protagonista, pues el pequeño jugador castellonense protagonizó varias arrancadas por banda izquierda que llevaron la inquietud a la portería defendida por Montero. Precisamente de un córner forzado por el propio Denís llegaría el gol de la victoria, una jugada embarullada con varios remates a bocajarro en la que la pelota no llegó a besar la red. El linier esprintó en dirección al centro del campo y el júbilo se apoderó del graderío. Fue un gol fantasma al más puro estilo, aunque no sirviera para disipar los fantasmas de la Cultural que, una vez más, no supo gestionar la ventaja en el marcador. A partir de ese momento, el Guijuelo se adueñó de la pelota y dispuso de varias oportunidades para conseguir el empate.

Recurriendo al tópico, podría decirse que, en esta ocasión, el fútbol sí hizo justicia a los méritos presentados por unos y otros. Los asistentes abandonaron el estadio con una sensación de alivio, pero hablando de fútbol. Más allá de la crónica de un partido que no quedará para el recuerdo, el mensaje que los fieles culturalistas dejaron ayer en el estadio fue su deseo de seguir disfrutando de las emociones del deporte rey y su compromiso con un club cuyos actuales gestores han colocado en la situación más comprometida de su historia reciente.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Desconcierto frente al Lemona

Dos empates y una derrota, ese es el bagaje que presenta la Cultural en el arranque del campeonato liguero. Con 2 puntos en su casillero, los llamados a ser nuevos ídolos de la afición leonesa sólo han cosechado mayor botín que Racing de Ferrol y Osasuna B, con quienes comparten las siempre ingratas posiciones de descenso. Esta situación clasificatoria, aunque anecdótica a estas alturas, no ha pasado desapercibida para el sector periodístico, con cuyas preguntas al respecto tuvo que lidiar Yosu Uribe ya en la rueda de prensa inmediatamente posterior al empate sin goles producido ante el Lemona.


Es de suponer que el humor de unos y la paciencia del otro no estuvieran en su mejor momento transcurridos sólo unos minutos desde la finalización del anodino partido del pasado domingo. Imagino que los periodistas estarían repasando sus notas y estrujándose los sesos para encontrar un argumento con el que dar forma a sus crónicas del día siguiente, cosa difícil, porque lo visto sobre el terreno de juego no daba pie a demasiados comentarios. El técnico, por su parte, estaría preocupado por la imagen dada por su equipo, incapaz de sostener el arranque de júbilo que se produjo tras la victoria copera y a la que han seguido una derrota fuera y un nuevo empate en casa. Uribe trató de enviar un mensaje optimista a prensa y aficionados, aunque la realidad es que con más actuaciones así, su crédito no tardará mucho en agotarse.

Este blog siempre ha pretendido opinar desde la mesura y la racionalidad, si es que la razón puede tener algún lugar en el mundo del fútbol, claro. Y soy consciente de que todo nuevo proyecto, compuesto como este casi desde cero, necesita del paso de las semanas para asentarse y dar una medida aproximada de su potencial y sus posibilidades. Sería absurdo entrar ahora a discutir el quehacer de un entrenador que ha contado con poco tiempo y pocos recursos para la confección de la plantilla y que, por otra parte, llega con un currículum más que respetable.


Dicho esto, si tuviera que limitarme a lo visto frente al Lemona, llegaría a la conclusión de que la Cultural Leonesa se ha olvidado de contratar a un entrenador. Cómo explicar si no, que el equipo juegue a una cosa la primera parte y a otra totalmente opuesta en la segunda. Con Segovia tratando de llevar el peso organizativo del conjunto los primeros 45 minutos, los locales trataron de mantener el balón a ras de suelo, buscando combinar en corto, pero sin desmarques efectivos y con demasiada parsimonia. En la segunda mitad, y más aún tras la salida de Richar, la dirección de juego pasó a estar en los pies del guardameta, Saizar, que se dedicó a lanzar patadones apresurados en busca del área contraria, convirtiéndose el partido en un correcalles del que ninguno de los contendientes pudo obtener frutos. En ambas mitades, sin embargo, el único denominador común fue la falta de calidad, pues los jugadores no ejecutaron ninguna de las partituras con orden y acierto, sino más bien con desconcierto.

Tras estos dos primeros encuentros disputados en el Reino de León, la verdad es que no queda claro el estilo de juego que quiere implantar Yosu Uribe para la Cultural. Se intuye que ha de ser vivaz, valiente, con la victoria como único imperativo. Queda pendiente, eso sí, descubrir la manera de llegar a ella.

lunes, 31 de agosto de 2009

Se abre el telón

Después de un intenso verano cuyo interés futbolístico ha estado monopolizado por la caza furtiva del Real Madrid de Florentino Pérez, la Cultural y Deportiva Leonesa se ha presentado en la tarde de ayer a su afición, o lo que queda de ella, en el primer partido oficial de la temporada. Tras la eliminación en el play-off de ascenso, la entidad presidida por Domingo Cueto ha sido un filón informativo durante todo el periodo estival: primero gracias al proceso abierto de ley concursal, luego con la frustrada renovación de Álvaro Cervera y, finalmente, con la radical transformación de la plantilla. Terminados los experimentos de pretemporada y una vez superada la primera ronda de Copa, ¿qué podemos esperar de la Cultural en el recién estrenado curso futbolístico?

Para empezar, el dibujo planteado por Yosu Uribe tiene un carácter más ofensivo: cuatro defensas, cuatro mediocampistas, un mediapunta y un delantero. Frente al Pontevedra, la responsabilidad creativa recayó en la dupla de pelaos: Mato y Pereira. Los dos mediocentros, sin embargo, no estuvieron al nivel exigible, escasos de habilidad a la hora de controlar la pelota y un tanto erráticos en la contención. La Cultural, sin fluidez en su juego, se vio obligada recurrir a un fútbol más directo en el que los hombres de banda, Yahvé y Ferrán, tuvieron pocas oportunidades de lucirse y que monopolizó el esfuerzo ofensivo en la figura de Jito, un ariete que dejó muy buenas sensaciones en la tarde de ayer. A pesar de no controlar el juego, los leoneses crearon oportunidades lo suficientemente claras para haber decantado el partido de su lado, aunque quizás no hubiera sido lo más justo.


De hecho, el Pontevedra, otra plantilla totalmente renovada, dio una fantástica imagen. No sería fácil recordar a un equipo que, en los últimos años, haya movido la pelota con la tranquilidad y la solvencia con que lo hicieron los gallegos. Su facilidad para aproximarse al área rival, eso sí, se vio compensada por una escasa capacidad de desborde y falta de precisión en el último pase. Los locales defendieron su puerta más por esfuerzo que por colocación, pero siguieron concediendo contraataques, inexplicablemente, incluso con el marcador a favor. Un chut de Jito taponado por el portero granate pudo haber certificado la primera victoria culturalista, pero el gol de Nevado, instantes después, hizo justicia en una disputa de virtudes contrapuestas.

Como es lógico a estas alturas, son todavía muchas las lagunas de la cultu, en aspectos técnicos y tácticos, que sólo con el rodaje del equipo se podrán ir corrigiendo. Las próximas citas, frente al Estepona en Copa y al Izarra en Liga, servirán a ese propósito. Es de esperar, también, que los resultados acompañen y la afición lo haga también, porque si este equipo debe caminar solo, será complicado que llegue lejos.

domingo, 2 de agosto de 2009

Volver a empezar

El pasado mes de Mayo, tras caer derrotada ante el Sabadell en la primera eliminatoria de la fase de ascenso, la Cultural Leonesa daba por terminada la temporada. A partir de entonces, lo que hubiera podido ser un apacible período vacacional dio lugar a una prolífica sucesión de acontecimientos de gran calado informativo y repercusión para el club. Teniendo en cuenta que en el día de ayer se disputó el primer partido amistoso del verano, parece un buen momento para repasar lo sucedido y reflexionar sobre lo que puede suceder.


Como todos los que siguen la actualidad deportiva ya conocerán sobradamente, a mediados de Junio, los dirigentes culturalistas tomaron la decisión de someter a la Cultural a la ley concursal, como tabla de salvación a la que aferrarse frente a la crítica situación económica por la que atraviesa la entidad. Esta decisión, que puede tener consecuencias positivas para el club a medio y largo plazo, provocó, sin embargo, la fuga inmediata de gran parte de la plantilla. Sólo Gorka, Chema, Chema Mato, Denís y Roskam van a repetir en el próximo curso. La mayoría del plantel cumplía contrato y no se logró ni una sola renovación. De entre las muchas bajas, mención especial merece la del entrenador, Álvaro Cervera, una persona que, dejando aparte los buenos resultados cosechados, se ganó el cariño de la afición por su honradez y profesionalidad y cuya continuidad se vio finalmente frustrada tras un largo tira y afloja.

Efectivamente, se han perdido muchas piezas valiosas, de tal manera que los culturalistas asisten ahora a la reconstrucción del equipo con una mezcla de ilusión y escepticismo, a la espera de que las contrataciones sigan produciéndose. Como punto de partida, el nuevo entrenador, Yosu Uribe, se encuentra con la difícil misión de formar un once competitivo casi desde la nada y tratar de superar la fantástica trayectoria que la Cultural mantuvo a lo largo de la pasada campaña. Máxime teniendo en cuenta que el administrador concursal no permitirá florituras en los fichajes y que el panorama general de la 2ª B no es precisamente alentador, con descensos administrativos a la orden del día.

Sin embargo y aunque pueda parecer un contrasentido, algo me inclina a pensar que quizás este hito histórico, este caminar por la cuerda floja, pueda convertirse en el revulsivo que el club necesita para encontrar el rumbo adecuado en el plano económico e institucional, verdaderos lastres de un equipo que seguirá soñando irremediablemente con navegar en mares de mayor enjundia.

domingo, 24 de mayo de 2009

La Cultural Leonesa no supera la primera valla

Un único gol bastó al Sabadell para lograr el pase a la segunda eliminatoria del play-off de ascenso a Segunda División. Un gol, además, al más puro estilo culturalista: balón parado, centro al área y cabezazo a la red. Poco más tuvo que hacer el conjunto vallesano, aparte de aguantar una última media hora de empuje desesperado por parte de los leoneses. Los ánimos de la grada no bastaron para cambiar la suerte de una Cultural negada con la portería contraria y presa de los malos augurios de una historia plagada de fracasos en la fase decisiva de la competición.


Pero como la esperanza es lo último que se pierde, los aficionados acudieron en masa al Reino de León, que presentó un aspecto excepcional. Al fin y al cabo, la trayectoria del equipo desde el comienzo de la temporada había sido esperanzadora, al igual que el resultado cosechado en tierras catalanas, aunque hubiera que esperar a finales de Mayo para dejar de ver asientos vacíos en el graderío. Los cánticos de ánimo se desataron desde el pitido inicial. Un reducido grupo de seguidores visitantes aguardaba su momento en una esquina del estadio. Ellos serían quienes acabarían celebrando al final de la tarde.

La primera parte fue brusca, tosca, un cuerpo a cuerpo que el árbitro no supo reconducir. Los protagonistas, atenazados por la importancia del envite, ofrecieron un fútbol de patatal sin apenas presencia en las áreas. En la reanudación, sin embargo, no sólo la lluvia hizo acto de presencia. Ambos equipos salieron dispuestos a llevarse el gato al agua. El Sabadell comenzó a estirarse con cierto peligro, pero las ocasiones las firmó la Cultural. Dos cabezazos en boca de gol pudieron haber cambiado el resultado final, pero el portero visitante respondió a ambos de manera brillante. Ya con el marcador en contra, un remate a bocajarro se iba a las nubes cuando se cantaba el gol en las gradas y, con él, la última gran oportunidad culturalista.


Hoy es, indudablemente, un día triste para el culturalismo. La eliminación ha sido prematura y ante un rival inferior. Pero, en realidad, el objetivo ya estaba cumplido. A nadie se le escapa que esta plantilla estaba excesivamente corta de recursos como para superar tres eliminatorias a cara de perro. Lo que sí invita al pesimismo es la acuciante crisis institucional del club, que no hace albergar muchas esperanzas de que las piezas claves de este proyecto vayan a continuar la próxima temporada. Un proyecto que, con algo más de tiempo de cocción, podría acabar dando el resultado apetecido. Habrá que esperar acontecimientos, pero, desgraciadamente, todo parece que no va a ser así.

lunes, 27 de abril de 2009

La Cultural Leonesa certifica el subcampeonato

Tras alcanzar la cifra de 66 puntos y haber conseguido abrir una brecha de 7 con respecto al tercer clasificado, la Cultural Leonesa, a falta de 2 partidos para su conclusión, se ha asegurado el subcampeonato liguero. Sólo el Real Unión de Irún se ha mostrado superior a los leoneses, principalmente gracias a su mayor rendimiento en los desplazamientos. Tras muchos meses de ardua competición, los muchachos de Álvaro Cervera han mostrado una gran regularidad, manteniéndose invariablemente en la segunda posición desde la tercera jornada. Sus armas, por todos conocidas: defensa férrea, poco riesgo en la búsqueda de la portería contraria y máximo aprovechamiento de los goles conseguidos. Tras varias temporadas decepcionantes, esta vez la Cultural sí ha cumplido, y con holgura, el objetivo de disputar el play-off de ascenso a Segunda División y, además, contará con la ventaja de disputar como local el partido de vuelta en la primera de las eliminatorias.

Objetivo cumplido. Y ahora, ¿qué?

El aficionado leonés parece compartir el sentir de que a su equipo no le corresponde la categoría por la que lleva penando innumerables temporadas, esta 2ª B que reduce a sus habitantes al casi absoluto anonimato deportivo. El aficionado leonés, llegados a este punto, olvidará las carencias de su plantilla y la precariedad de la situación económica e institucional en la que el club está sumido. Olvidará incluso todas las oportunidades perdidas en el pasado, esas otras fases de ascenso en las que la ciudad rebosaba optimismo y acabó sumida en la desilusión. El aficionado leonés, como no podría ser de otra manera, volverá a soñar. El míster, como era de esperar, tiene los pies en el suelo. Los demás, nos permitiremos creer en una nueva misión imposible.

lunes, 13 de abril de 2009

La amargura de Cervera enfría la euforia

En el Domingo de Resurrección, La Cultural Leonesa venció al filial del Deportivo de La Coruña con un despliegue de recursos marca de la casa: máximo aprovechamiento de los lanzamientos a balón parado en ataque y total implicación en labores defensivas. Idéntica receta con la que el equipo leonés ha conseguido la mayor parte de sus 18 victorias en lo que va de temporada. Evidentemente, a estas alturas, no parece nada probable que el chef se vaya a embadurnar en experimentos. Esta Cultural no engaña y debe ser verdad cuando dicen que los equipos de fútbol son reflejo de sus entrenadores, porque Álvaro Cervera es de los que hablan claro.

El discurso del míster apenas ha variado en todos estos meses desde su llegada a León. El tono de Cervera en la rueda de prensa de este domingo ha sido idéntico al de otros fines de semana. Igual de serio, igual de comedido, quizás algo más desencantado. Él es consciente de la situación en la que se encuentra el club, las limitaciones de su plantilla y las dificultades de la categoría. Sin embargo, en esta ocasión, sus palabras parecían ser las de un hombre decepcionado, desilusionado quizás. Es posible que Álvaro Cervera no esté recibiendo el reconocimiento que se merece por parte de ciertos sectores, aunque esto seguramente le traiga sin cuidado. Él teme mucho más que el tremendo esfuerzo de tantos meses de trabajo acabe resultando baldío y sufre con amargura la falta de colaboración de un entorno que no está a la altura de las circunstancias.

Tras muchas temporadas de fracaso deportivo, la situación del club en lo institucional se ha visto abocada a un deterioro difícil de remediar. A día de hoy, cuando la Cultural Leonesa, con un pie y medio en el play-off de ascenso, puede presumir de una plantilla entregada y un entrenador de primera fila, cuando el futuro debería contemplarse con esperanza, da la impresión de que el éxito sobre el terreno de juego no logrará sobreponerse a la debacle en los despachos.

domingo, 22 de febrero de 2009

El Carnaval no desdibuja a la Cultural Leonesa frente al Zamora

Gomis tiene a su disposición un tiro libre. Si lo convierte, su equipo se pondrá un punto arriba a falta de pocos segundos para la finalización del partido. Mientras el jugador toma aire, deseo que nadie gane todavía, que sigan jugando. Entonces el balón rebota en el aro y el ataque siguiente, necesariamente precipitado, no obtiene frutos. Nos vamos a la prórroga. Los dos finalistas, extenuados por el esfuerzo, regalan al espectador 5 minutos extra de emoción y espectáculo del máximo nivel. En España, como en casi todo el mundo, el fútbol sigue siendo el deporte rey, pero la final de la Copa de Baloncesto pone en el lugar que se merece a este juego cada vez más universal. Una manera extraordinaria de cerrar un fin de semana deportivo que había comenzado con la exhibición abrumadora del Real Madrid y el insospechado tropiezo del Barça frente al colista. Todo muy apropiado para estos días de ambiente carnavalero.

En mitad de los grandes acontecimientos, de los equipos entronizados y las figuras hollywoodienses, una nueva jornada también en el tranquilo anonimato de la 2ª división B. La visita del Zamora al Reino de León, una nueva prueba de fuego para los aguerridos muchachos de Álvaro Cervera, acuciados por los incidentes extradeportivos y mermados en su moral por los últimos resultados en los terrenos de juego. Intranquilidad y exigencia, pero también esperanza, puesto que la afición culturalista esta temporada sí está cumpliendo con su papel. Si el feudo leonés es el más inexpugnable de la categoría, por algo será.


Con el once de gala sobre el césped y un sol benefactor en el cielo, la Cultural Leonesa intentó reencontrar las buenas sensaciones de meses atrás, a sabiendas de la trascendencia del partido y la peligrosidad del rival. Enchufado desde el comienzo, el conjunto leonés no sólo doblegó al zamorano, sino que brindó los mejores momentos de fútbol de la temporada a una grada entusiasmada y deseosa de silenciar a los hinchas rivales presentes en el estadio. Con un juego preciso y variado, acertado tanto a nivel individual como colectivo, la cultu se hizo merecedora de una victoria que, teniendo en cuenta las claras ocasiones de que disfrutó, debió haber sido más holgada.

Sin embargo, los errores frente a la portería rival pudieron haberse pagado amargamente. En los últimos minutos, el Zamora acorraló a los locales en su área, colgando balones en busca de un remate salvador. El público contuvo el aliento durante el tiempo de descuento. Pero los tres puntos se quedaron en León. Los aficionados confían en que esta temporada la Cultural también llegue a la prórroga de la competición, hasta esa fase de ascenso que lleve a su equipo a territorios inexplorados. En tiempo de carnaval, es un lujo que nos podemos permitir.

lunes, 26 de enero de 2009

Suicidio culturalista frente al Real Unión de Irún

A pesar de llevar anclada muchos años al abismo de la 2ª B, hay detalles en la Cultural Leonesa que nos hacen pensar en un equipo de categoría superior. Uno es el estadio, una instalación de lujo para el sufrido espectador leonés; otro, la revista que el club edita y reparte gratuitamente antes de cada partido, excelente en formato y diseño. La nueva página web no impresiona, la verdad, pero tiempo al tiempo...

Gracias a la visita de un Real Unión de Irún deseoso de reverdecer viejos laureles, el Reino de León registró un ambiente más animado y bullicioso de lo que viene siendo habitual. Quien más quien menos acudía al campo con la mirada puesta en la cabeza de la clasificación. Doblegar al primer clasificado hubiera dejado las diferencias a la mínima y quizás por eso la hinchada culturalista se metió de lleno en el partido desde el primer momento, animando con fuerzas a sus jugadores y presionando al árbitro casi desde el pitido inicial. También en buena medida debido a la inesperada contundencia con la que los irundarras se emplearon en las acciones defensivas, algo que despierta la vehemencia del espectador en cualquier estadio de fútbol.

Coincidiendo con el enfrentamiento entre los dos primeros clasificados, la Cultural distribuyó una nueva edición de su fancine, cuya portada estaba dedicada a Santi Santos, el bravo central de La Virgen del Camino, que esta temporada se ha convertido con todo merecimiento en uno de los puntales del equipo. Bien vestido y acicalado, sonrisa canallesca, cráneo rapado, más que un jugador de la cultu, parecía Fabio Cannavaro dispuesto para posar como flamante ganador del balón de oro. La imagen impoluta de Santi sobre el papel, desgraciadamente, no se trasladó al terreno de juego, donde una defectuosa cesión que buscaba a Bermúdez acabaría en las botas de Goikoetxea, el irundarra, no el nuestro, que se encargó de poner, con mucha sangre fría, a los suyos por delante.

Atrás había quedado una primera parte de escasa calidad y mucho juego brusco que el árbitro tuvo dificultades para controlar. A pesar de quedarse con un jugador menos por doble amonestación a la media hora, el Real Unión no sufrió ningún agobio. Los pupilos de Álvaro Cervera, sin embargo, salieron de los vestuarios con los bríos renovados en busca del gol de la victoria. Encerraron al conjunto guipuzcoano y llegaron las ocasiones: Paixao desperdició la suya frente a Otermin, Héctor mandó un balón al larguero, parecía cuestión de tiempo... Entonces llegó la chapuza de Santi Santos y, a renglón seguido, la falta despejada hacia su propia portería por Castellano. Un silencio de ultratumba se adueñó de la grada. Los errores propios, la mala suerte y el oficio del rival condenaron a la Cultural al pesimismo de otras épocas aún no olvidadas.