lunes, 19 de noviembre de 2007

La Penya y la Peña

Hace pocas fechas que la Penya visitó León. No hablamos sólo de un equipo histórico de nuestro baloncesto, sino uno de los pocos que son capaces de hacer compatibles los valores tradicionales con el rendimiento deportivo y mantenerse en la élite. En baloncesto, el Joventut de Badalona, la Penya, es un modelo ejemplar. El Grupo Begar León poco pudo hacer en su partido frente a los catalanes.

Este domingo, los aficionados al fútbol tuvieron ocasión de presenciar las evoluciones de la Peña, la Peña Sport de Tafalla, un modesto equipo Navarro cuyo objetivo en la competición no es otro que mantener la categoría. En esta ocasión, los leoneses se las prometían felices, teniendo en cuenta que su rival no había sido capaz de puntuar en ninguno de sus desplazamientos. La Cultural Leonesa no se podía permitir un nuevo desliz y, efectivamente, cumplió con el pronóstico.


De salida, los discípulos del tío Milo presentaban un once consistente, con Nasser y Mateo encargados de crear el juego ofensivo. Sin embargo, serían los visitantes quienes, a los cinco minutos, pusieran el corazón en un puño a los aficionados culturalistas cuando llevaron el balón al fondo de la portería defendida por José Ramón en una contra perfectamente ejecutada a la salida de un saque de esquina. Por desgracia para los navarros, el juez de línea levantó el banderín, abortando así la penúltima acción de peligro de los azules en la primera parte. La última, muchos minutos después, vino propiciada por un fallo en el corte de Pablo Suárez que un conjunto de mayor nivel no hubiera desperdiciado.

El partido, más que nunca esta temporada, estaba únicamente en manos de la Cultural Leonesa, en sus errores y aciertos. Con la Peña pertrechada en su parcela, cómoda con el resultado inicial, los balones largos de los centrales pudieran haber sido un vicio mortal, pues Addison y Eizaguirre estaban vigilados de cerca. Cristóbal jugó en esta ocasión de interior, pero no mostró la chispa de otras tardes encarando a su par. Con el discurrir de los minutos, el panorama se ensombrecía y la grada, con el ánimo turbio, no tardó en demostrar su insatisfacción. Un hombre tendría que tomar la batuta para cambiar la partitura del encuentro y sustituir los pitos por las palmas.

Nasser es un jugador que interpreta mejor las exigencias de la categoría que Iván Mateo. Se complica menos en las entregas, se esfuerza más en la recuperación y, cuando se encuentra cómodo, también saca a relucir sus habilidades técnicas. En los instantes previos al gol, condujo el balón por el aire con varios toques antes de, en campo rival, dejarlo caer y encontrar a un compañero. En la jugada clave, se abrió paso dentro del área con potencia para batir la portería de la Peña desde corta distancia, culminando una jugada iniciada con el saque de banda de Pablo Suárez colgado al borde del área.

Tras el descanso, la dinámica del partido apenas cambió, pero la Peña dispuso de dos buenas ocasiones para igualar el marcador. La primera vino como consecuencia de una salida en falso de José Ramón, que abandonó su territorio para intentar alcanzar un envío en largo por el flanco derecho del ataque visitante y que un jugador rival a punto estuvo de colocar entre los 3 palos. A renglón seguido, el guardamenta culturalista tuvo la oportunidad de corregir su error anterior, despejando con el pie a ras de suelo una internada navarra por la zona central. A pesar de que la Cutural seguía al mando de las operaciones, lo apretado del marcador mantenía a la Peña con vida en el partido.Los navarros, espoleados por la dudas defensivas de la cultu, decidieron dar un paso adelante en busca de un mejor resultado.

Para entonces, el tío Milo había puesto sobre el césped a Aller, Chema y Roskam; mientras el leonés se encargó de echar el cerrojo al portal de los blancos, los otros dos colaboraron en el show Addison. En su primer contacto con el balón, el joven croata se internó por banda izquierda y su centro raso fue recogido por el brasileiro, quien pisó área y dribló al portero para rematar a puerta vacía. El segundo gol sentenció a la Peña. Con espacio por delante, “estilete” Addison (como es presentado últimamente por la megafonía del estadio), casi inédito durante 80 minutos, instantáneamente pareció un jugador de otro nivel. Recibiendo de espaldas o en carrera, la defensa navarra se vio incapaz de sujetarlo, cada pelota que pasaba por sus pies se convertía en una ocasión de gol.Ya cuando los espectadores comenzaban a abandonar el estadio, un espectacular cabezazo suyo desde el corazón del área, elevándose como si de Rudy Fernández se tratara, puso el definitivo 3 a 0 en el electrónico (el único que funciona).

Misión cumplida. Los aficionados culturalistas, por esta vez, y aunque tiritando, se fueron a sus casas con una sonrisa en la cara.

1 comentario:

Nacho© dijo...

Importante victoria para ganar en confianza, aunque el juego resultó bastante malo. Ahora nos esperan unas salidas complicadisimas, aver como responde el equipo. AÚPA CULTU!!