Tras la balsámica victoria del domingo pasado, la mañana del miércoles nos encontramos en los diarios dos noticias de índole económico relacionadas con la Cultural Leonesa. Por un lado, parece ser que el club está necesitado de ayuda institucional para hacer frente a los pagos de los empleados responsables de las categorías inferiores. En otra publicación, mientras tanto, en un artículo de contenido peregrino y estilo colegial, se destacaba la aportación de un nuevo patrocinador.
Estas noticias dan siempre pie a múltiples y variadas reflexiones, en especial en lo tocante al dinero público que se invierte (a fondo perdido muchas veces) en un ente que no deja de ser una sociedad anónima, por mucho que lleve el nombre de la ciudad. León ya cuenta con dos clubes en el máximo nivel nacional y, aunque el fútbol sea el deporte rey, la cuota de mercado que actualmente corresponde a la Cultural está bastante por debajo de los otros 2 principales equipos de la capital: El Ademar y el Baloncesto León. No es sencillo sacar adelante en tales circunstancias un club con historia y al que se le presuponen ciertas aspiraciones.
Como aficionado a la cultu, es evidente que daré la bienvenida a toda inyección económica que contribuya a la buena marcha de la sociedad; como contribuyente, no estoy tan seguro de ver con buenos ojos que parte de mis impuestos se destinen a una entidad que, aunque no tenga ánimo de lucro, tampoco produce grandes mejoras en la calidad de vida de los leoneses (últimamente es más bien al contrario). Para esto último, eso sí, se me ocurren dos excepciones.
Los clubes de fútbol pueden llegar a hacer una buena labor publicitaria de la localidad que representan y, como consecuencia de su presencia en las competiciones, derivar ingresos para la ciudad. Esta es una perspectiva medianamente válida desde la que una institución pública podría justificar su inversión en un club de fútbol. En mi opinión, sin embargo, habría otra zona de acción prioritaria: la cantera.
En tiempos no muy lejanos se despilfarró dinero en viejas glorias de 1ª división con una repercusión mediática efímera y unos resultados deportivos mediocres. Perseguir el éxito inmediato no suele ser la mejor opción. El esfuerzo público no debería alimentar ni el ansia demente de algún directivo ni la ambición desmedida de un entrenador: el esfuerzo público, si ha de estar presnte, que lo haga para potenciar fútbol base. Ahí están los ejemplos de baloncesto y balonmano, en los que el deporte leonés ha dado jugadores de primer nivel. El trabajo planificado a largo plazo siempre da frutos. Por contra, si alguien me pudiera recordar a algún jugador de fútbol formado en la Cultural y que haya logrado jugar en 1ª división...
jueves, 22 de noviembre de 2007
De nuevo el vil metal
Etiquetas: Cultural Leonesa inversión economía cantera
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