martes, 30 de octubre de 2007

La Cultural Leonesa en busca de la fórmula del éxito

Todo apunta a que, en una categoría tan igualada como es la 2ª B, las posiciones finales van a tener que decidirse no por puntos, sino por decimales, de ahí que la Cultural Leonesa, con un balance poco definido, visitara el campo del colista con la ineludible intención de redondear al alza sus aspiraciones.



Siete días antes, la buena imagen que el equipo leonés estaba ofreciendo en casa se había visto truncada en el encuentro frente al Barakaldo. El equipo vasco superó a la Cultural con un juego tan sobrio como efectivo, ordenado atrás, sin florituras en la medular y con chispa en ataque. Sólo la buena actuación de Bermúdez y un sorprendente (suponemos que también para su propio ejecutor) centro chut de Pablo Suárez evitaron que los vizcaínos se llevaran los 3 puntos del Nuevo Amilivia.

El primer tramo liguero no había disipado la neblina de dudas en torno a los leoneses, que viajaban por segunda vez a Logroño, el campo donde habían iniciado su andadura competitiva, situados en la clasificación a casi igual distancia de la promoción como del descenso. Con la descorazonadora trayectoria de 3 derrotas consecutivas a domicilio, los discípulos del tío Milo tiraban la moneda al aire frente al Logroñés CF: una victoria para engancharse a los puestos cabeceros o una derrota para adentrarse en las arenas movedizas del furgón de cola.

Como es bien sabido, la Cultural se impuso a los riojanos gracias a una jugada personal de Addison, que se reencontraba así con el gol justo en el momento en que empezaba a ser cuestionado por los informadores de la capital leonesa. Me permitiré el inciso de comentar que, si bien no faltaban argumentos razonables a esos informadores, no es menos cierto que, hoy por hoy, la presencia del hispano-brasileño se antoja imprescindible, a tenor de lo mostrado por los otros delanteros de la plantilla.

Parece ser que la primera victoria fuera de casa ha elevado el optimismo del entorno y la confianza del equipo. De todas maneras, las crónicas coinciden en señalar que la actuación de la Cultural Leonesa, especialmente en la primera parte, no fue precisamente para tirar cohetes. De hecho, el farolillo rojo tuvo ocasiones de sobra para haberse puesto en ventaja. Sin embargo, el buen hacer de Bermúdez sumado a la inspiración de Addison acabaron por pesar lo suficiente como para inclinar la balanza del lado visitante. ¿Estilo Casillas, Van Nistelrooy?

Sólo el Logroñés CF, por abajo, y la Ponferradina, en la parte alta de la clasificación, parecen desmarcarse del resto. En un grupo tan equilibrado como éste, cada jornada es un examen final. Si la cultu ha de mantener la incertidumbre por alcanzar las eliminatorias de ascenso, es imperativo hacer del Nuevo Amilivia un axioma para los leoneses. Veremos cómo salen las cuentas frente al Burgos.

martes, 16 de octubre de 2007

La Cultural Leonesa, la España de Luis y otras consideraciones

Un gol en el minuto 95 de partido dio la victoria al Real Unión de Irún el pasado domingo frente a la Cultural Leonesa. Los viajes de regreso no suelen ser agradables precisamente y parece que los jugadores culturalistas están empeñados en hacerlos aún menos si cabe. Son ya 4 los partidos a domicilio disputados por el conjunto leonés y no se ha conseguido todavía volver a casa con los 3 puntos en el equipaje.



La jornada futbolística venía marcada por la victoria clave de la selección española en Dinamarca la noche del sábado. Los medios informativos que se ocupan del fútbol de masas siguen una corriente muy extendida en la sociedad actual: el gusto por los extremos. España venía de completar 2 partidos muy discretos ante equipos menores (aunque muy incómodos) y las fuerzas de opinión estaban reflejando una imagen bastante desdeñosa del equipo nacional y del seleccionador. El primero daba la impesión de ser un cruel boicoteador de la apasionante competición liguera; el segundo, poco menos que el enemigo público número 1.

El partido ante Dinamarca, sin embargo, cambiaba radicalmente la situación. Parece que ya volviéramos a ser claros favoritos a conquistar la Eurocopa, con el gol de Ramos y los no sé cuántos toques como carta de presentación, olvidando que a los daneses se les privó de un claro penalty que podría haber supuesto el empate, por ejemplo. Afortunadamente, los medios que se ocupan de la Cultural no pecan del infeccioso vicio del radicalismo.

En efecto, la pequeña familia mediática que acompaña a la
cultu lleva ya tiempo acomodada en el mismo escepticismo desengañado en el que también los seguidores se sienten tan a gusto (y viceversa). Si se remodela casi todo el equipo y se configura una plantilla de gran calidad, no queda más remedio que reconocer que el objetivo del club ha de ser luchar por el asceno (que no el ascenso en sí, cuidado), pero se anuncia en letras minúsculas, sin insistir, porque la afición ya está cansada de promesas incumplidas. Si se acaba la pretemporada sin conocer la derrota, tampoco se puede engañar a nadie, porque los amistosos y la competición oficial son cosas muy diferentes.

Así pues, no es de extrañar que nadie echara las campanas al vuelo tras 2 victorias consecutivas, del mismo modo que nadie ahora se tira de los pelos porque la Cultural haya dejado escapar un valioso punto en un campo siempre complicado en el tiempo de descuento. Es indudable que la actitud de los periodistas leoneses es mucho más sana que la de los grandes vendedores de humo de tirada nacional. La Cultural Leonesa es como una miniatura que hay que sostener con delicadeza. Pero también es cierto, para qué negarlo, que esta línea de información tan aséptica y poco apasionada hace la vida del aficionado culturalista algo más aburrida.

lunes, 8 de octubre de 2007

Capacidad y rendimiento de la Cultural Leonesa frente a la Real Sociedad B

Como colofón a unas agradables festividades en honor de San Froilán y en unas condiciones ideales para la práctica futbolística, la Cultural Leonesa se enfrentaba en su estadio a la Real Sociedad B. Era de suponer que el filial donostiarra pusiera en dificultades al conjunto local, pero sólo una victoria era válida para los leoneses, si es que aún hemos de considerarlos candidatos a jugar las eliminatorias por el ascenso de categoría.



Y la Cultu no defraudó. Consiguió un triunfo claro (3-0), controlando el partido, sin apenas dar opciones a la Real de sacar algo positivo en su visita al Antonio Amilivia. Los alrededor de 1.500 espectadores que allí se congregaron abandonaron el estado entre un murmullo de esperanza tras haber presenciado la segunda victoria consecutiva de su equipo. Sin embargo, vayamos por partes.

Los primeros 45 minutos fueron una cuestión de rendimiento, la repetición de muchas otras crónicas. La Cultural Leonesa jugó a un nivel muy inferior al nivel que se le presupone. El balón apenas pasó por los pies de Manolo y Mateo, se abusó del balón largo. El Tío Milo debía estar desesperándose a pie de banquillo viendo como su bien remodelado equipo se parecía demasiado a ese del que se había hecho cargo meses atrás. Eso sí, la inoperancia realista, unida a la convicción leonesa, hacían suponer que, de caer un gol, lo haría en la portería visitante.


La segunda parte, sin embargo, fue una cuestión de potencial. La Cultural aumentó su rendimiento y dio muestras del fútbol que este equipo debería ser capaz de ofrecer más a menudo. Israel se quedó en el vestuario y Cristóbal adelantó su posición. En su primera cabalgada por la banda, logró zafarse de dos defensores, llegar a línea de fondo y central al corazón del área, donde Chema, tras varios rechaces, consiguió empujar el balón al fondo de las mallas. Este tanto fue como un bálsamo para el conjunto leonés. Como por arte de magia, Manolo comenzó a mandar en su parcela, Aller salió de la cueva, Mateo encontró espacios para tocar con serenidad, Addison pisó área peligrosamente.

El segundo gol fue apoteósico: colada de Chema por el costado izquierdo, desborde, velocidad, precisión en el centro raso para que Mateo colocara la pelota sutilmente con el interior de su pie derecho lejos del alcanze del portero realista. Extraordinario, por desgracia. Con el partido más abierto, la Real Sociedad consiguió su ocasión más clara del encuentro, que Bermúdez desbarató lanzándose a ras de césped. Nuevamente la portería a cero. Y el recién incorporado Nasser redondeó la cuenta tras recoger el rechace a un disparo de Addison.

A favor de marcador, los de atrás con seguirdad, los de alante con confianza, esta Cultural por fin pudo demostrar que las buenas espectativas creadas en la pretemporada no eran infundadas. Este equipo es capaz de jugar al nivel de los mejores de la categoría, tal como se vio en la primera parte en Zamora. Constatada su capacidad, ahora sólo es de esperar que el rendimiento de los discípulos del Tío Milo esté al nivel que les corresponde con mayor asiduidad.

jueves, 4 de octubre de 2007

Bienvenidos al club

La mañana del miércoles he dado un paso trascendental en mi existencia, de esos que marcan un antes y un después. Tomé una decisión que suponía romper uno de mi más respetados y arraigados principios (no sólo de finales vive el hombre). Con cierto orgullo, primero de una manera involuntaria, más adelante con pleno conocimiento de causa, siempre he rehusado a inscribir mi nombre en organizaciones, sociedades, círculos o clubes de cualquier rama o condición. Explicar los motivos que justifican dicha conducta me obligaría a extenderme más de lo aconsejado y posponer inútilmente el anuncio que debo hacer: me he convertido en socio de la Cultural Leonesa.




Pensándolo bien, no puede hablarse de una transgresión en toda regla si temos en cuenta que ya pertenezo a una asociación de vecinos, a una compañía de móvil, estoy inscrito a un proveedor de gas e incluso tengo carnet de la biblioteca pública (de varias, en realidad, pero lo mantego en secreto). Así pues, dar el paso y abonarme a la Cultu no era más que cuestión de tiempo, uno de esos acontecimientos que están condenados a suceder por muy inesperados que nos parezcan una vez llegado el momento.

Sólo fue necesario pasar un domingo por taquilla para que todo cobrara sentido. Si una entrada vale 20 euros y el precio del carnet para toda la temporada es de 90... Debería haberlo pensado antes, no es de extrañar que siempre aprobara las matemáticas en la recuperación, pero lo importante a veces no es acertar, sino saber rectificar. Al fin y al cabo, ser socio de la Cultural es un fenómeno para el que el mismísimo Pitágoras tardaría en encontrar explicación si levantara cabeza, que no creo que tenga ganas.

Pero la taquilla es ya un fantasma del pasado. Ahora tengo un pequeño rectángulo de plástico que une mi nombre al de mi equipo, que me proclama oficialmente seguidor del Tío Milo y me concede un pequeño espacio en la preferencia este del Antonio Amilivia para mi uso y disfrute personal. Ser socio no es pagar a cambio de la asistencia a un espectáculo (la de veces que podría reclamarse la devolución del dinero). Convertirse en socio supone crear un vínculo, poner una parte de mis ilusiones en las manos (y pies) de este club durante los próximos meses. Ya no será posible ignorar que juegan cada fin de semana, no será posible evitar la angustia cada vez que unos puntos vitales pendan de un hilo, mirar la clasificación con avidez cada domingo aunque las primeras posiciones parezcan inalcanzables...

Pero no puedo adjudicarme méritos que no me corresponde. La realidad es simple: sé que va a ser tan divertido que no me lo podía perder por nada del mundo.

lunes, 1 de octubre de 2007

Una Cultural gris ve la luz ante el Guadalajara


A medida que avanza la temporada, el clima leonés se recrudece y la perspectiva de asistir al estadio se vuelve menos atractiva. El partido frente al Club Deportivo Guadalajara tuvo lugar en un domingo frío y húmedo, con el cielo encapotado y amenazador, aunque no tanto como el equipo manchego, que llegaba a León en la segunda posición de la clasificación.




La Cultural venía de hacer un buen partido en Zamora, pero los malos resultados de este inicio de campaña pesan como una losa. Pronto se vio que ante un recién ascendido como el Guadalajara los discípulos del tío Milo tendrían que dar lo mejor de sí para conseguir la victoria. Los locales comenzaron el partido controlando el balón en su terreno, pero se mostraron incapaces de rasearlo a posiciones más adelantadas. La presión de los azules incomodaba a la Cultu y fueron precisamente los visitantes quienes protagonizaron las primeras jugadas de peligro.

Un jugador vendría al rescate de los leoneses: Cristóbal. El interior diestro culturalista se escapó en repetidas ocasiones de su par y envió centros peligrosos desde la línea de fondo. La lógica decía que por el costado derecho tendría que venir el gol, como así fue, tras un saque de banda colgado al punto de penalti cuyo rechace conectaría Manolo Pérez desde el borde del área para enviar el esférico al fondo de las mallas. Era la primera vez en toda la temporada que la Cultural marcaba antes que su rival, ahí es nada. Y por si fuera poco, a falta de más de un cuarto de hora para el descanso, un jugador del Deportivo se ganó la tarjeta roja directa por (suponemos) una insensatez verbal. A pesar de que el árbitro hizo uso de las tarjetas en numerosas ocasiones, las brusquedades serían una tónica constante a lo largo del encuentro.

Con el marcador a favor y un adversario en inferioridad numérica, sin embargo, la Cultu no respondió. Los medios centros apenas tuvieron presencia, especialmente Aller, Cristóbal se fue diluyendo y el único recurso ofensivo utilizado fueron los balones largos buscando a Addison y Asier, que tampoco tuvieron su día. Nada más comenzar la segunda parte, el recién incorporado Iván Moreno dispuso de dos clarísimas ocasiones para conseguir el empate. En una de ellas, un pase en diagonal a la espalda de los centrales le dejó mano a mano con Bermúdez y tuvo que ser Gustavo quien se deslizara a ras de césped para rechazar una pelota que ya se colaba en la portería leonesa.

El Guadalajara justificó su buen arranque liguero. Nunca se vio dominado por la Cultural, a pesar de contar con un efectivo menos, y buscó el empate con decisión. Eso sí, la excesiva contundencia en sus acciones defensivas obligó a los masajistas locales a trabajar a destajo y los minutos fueron pasando con el marcador inamovible. Tuvo que ser un hombre experto, Chema, quien sobresaliera por encima del resto en una segunda parte en la que casi todos sus compañeros naufragaron. Su habilidad para conducir la pelota y encarar al rival quedaron patentes, pero, más que eso, es su carisma y iniciativa a la hora de asumir la responsabilidad lo que le hace tan importante para el equipo en momentos delicados.

Chema se entregó de principio a fin, un excelente ejemplo para otros más jóvenes y con menos currículum que él, y su esfuerzo se vio premiado en el tiempo de descuento. El Deportivo sacaba una falta en el pico del área en el que tenía que ser su último cartucho y sólo dos azules quedaron atrás, algo por delante de la línea divisoria del terreno de juego. El lanzamiento fue despejado, Chema se hizo con el balón y comenzó la galopada acosado por un defensa visitante de quien consiguió zafarse con el tiempo justo para templar, mirar y conseguir el 2 a 0 definitivo.

Un gran resultado para una actuación discreta, pero no siempre el público sale del Antonio Amilivia sonriendo. La lluvia nos había respetado durante el partido y justo entonces comenzaba de nuevo a caer. Con un clima así, la Real Sociedad se va a sentir en casa cuando nos visite dentro de 7 días y quizás yo prefiera escribir una crónica menos futbolística y más literaria.