A falta de cinco minutos para la conclusión del partido, la Sociedad Deportiva Compostela conseguía su tercer tanto, frustrando definitivamente las esperanzas de remontada culturalista. La decepción se hizo furia y se extendió por la grada. Entonces las peñas comenzaron a retirar sus pancartas en el fondo norte, algunos espectadores abandonaron sus asientos y se escucharon algunos tímidos gritos de "fuera, fuera", no se sabe si dirigidos a los jugadores, con el fin de que dieran por terminado el encuentro, o al resto de aficionados, muchos de los cuales obedecieron, pues el frío intenso a orillas del río acababó por hacer insoportable la derrota de su equipo a manos del colista.
Yosu Uribe se ha refugiado muchas veces esta campaña en el buen juego de sus hombres a la hora de justificar resultados negativos, especialmente fuera de casa. En esta ocasión, pudo haber hecho lo mismo, puesto que la Cultural Leonesa dominó el partido en casi su totalidad y dispuso de innumerables ocasiones para haberse quedado con los tres puntos. Pudo haberse quejado del gol anulado a su equipo en el arranque de la segunda mitad por presunto fuera de juego, que hubiera supuesto el empate, aunque únicamente sirvió para que el público descargara su ira sobre el colegiado. El Compos, por su parte, mostró una efectividad casi total en sus contragolpes y su portero una seguridad que se echó en falta en el área opuesta. Un cúmulo de circunstacias, en fin, que no podían conducir más que al desastre. Culpar a la mala suerte, sin embargo, sería una gran equivocación.
A pesar de venir de una buena racha de resultados y haber alcanzado una posición clasificatoria menos comprometida, la cultu saltó al campo con prisas por resolver el encuentro y sin paciencia para construir el juego. Quizás por enfrentarse a un conjunto desahuciado y con pie y medio en Tercera, la actitud del equipo blanco no fue ambiciosa, sino directamente temeraria, volcándose en labores atacantes con una precipitación inexplicable, de lo cual supieron aprovecharse sus rivales inmediatamente. La incorporación de Santi Santos no ha logrado mejorar las prestaciones defensivas de la Cultural, que sigue recibiendo goles en abundancia. La línea que la temporada pasada se hizo célebre por su fiabilidad, actualmente no sólo se resquebraja con la facilidad del cristal, sino que tiene peligrosas tendencias suicidas. En la tarde de ayer, con espacios para lanzar balonazos, el Compos encontró una mina, de la que obtuvo cuatro goles y los tres puntos en litigio.
A falta de 10 jornadas para la conclusión del campeonato, el futuro no se presenta alentador. Parece ya demasiado tarde para que la fisonomía del equipo vaya a cambiar y el calendario tiene reservados enfrentamientos ante conjuntos de la zona alta. Está por ver dónde y cuándo la Cultural conseguirá las victorias que aún son necesarias para asegurar la permanencia y, como en todo buen guión, el desenlace parece reservado para la última página. El drama continúa.
lunes, 8 de marzo de 2010
El Compostela enfurece al Reino de León
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