Acercarse al Reino de León a ver un partido de la Cultural empieza a parecerse a hacer una visita guiada a una planta de fabricación en serie. Es como ver pasar tornillos en una línea de montaje, aunque, en vez del estruendo de la maquinaria, el ambiente esté impregnado de bombos, trompetillas y palmas. Nos quedan las incursiones temerarias de Rico, la explosividad de Chema y algún resplandor fugaz de la clase que se le supone a Mateo. Por lo demás, el panorama se reduce a 11 hombres uniformados dispuestos a luchar por el pan de la victoria hasta la extenuación. Que no es poco.
Ayer, uno de los rivales más cualificados del grupo, el Pontevedra, quedó reducido a escombros en su visita a León. La inquebrantable disciplina defensiva de la Cultural convirtió a uno de los candidatos al ascenso en un equipo intrascendente. Al menos durante un buen tramo del partido. En la segunda mitad, con el marcador adverso, los gallegos consiguieron hacerse con el dominio territorial del juego y embotellar a los bravos futbolistas dirigidos por Álvaro Cervera. El técnico, cumpliendo su segundo partido de sanción tras los incidentes ocurridos frente a la Ponferradina, tuvo que seguir desde la grada la esforzada labor de sus muchachos. A pesar del enorme espacio que los visitantes dejaban a sus espaldas en un desesperado intento por conseguir la igualada, hubo que esperar al último suspiro del encuentro, ya en el tiempo suplementario, para apuntalar el resultado. Stefan anotó el segundo tanto y los tres puntos se quedaron en León.
La cultu comienza a poner tierra de por medio y, ahora que el equipo lleva una racha de resultados asombrosa, pensar en florituras y adornos sería casi un sacrilegio para el culturalista. Para empezar, estamos en crisis, ya se sabe. Y, además, no hay más que ver el ejemplo de los grandes: el Real Madrid recibe pitos de su afición tras una victoria paupérrima ante el colista y a ese Barcelona intratable, ausente Mara-Messi, el Getafe no duda en perderle el respeto y robarle un merecido punto del Camp Nou. Sin embargo, por muy contento que uno esté de ver a la Cultural en lo alto de la clasificación, no deja de comprender el porqué del desangelado aspecto que siguen presentando las gradas del fenomenal estadio municipal.
lunes, 24 de noviembre de 2008
Fútbol industrial
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