Tras alcanzar la cifra de 66 puntos y haber conseguido abrir una brecha de 7 con respecto al tercer clasificado, la Cultural Leonesa, a falta de 2 partidos para su conclusión, se ha asegurado el subcampeonato liguero. Sólo el Real Unión de Irún se ha mostrado superior a los leoneses, principalmente gracias a su mayor rendimiento en los desplazamientos. Tras muchos meses de ardua competición, los muchachos de Álvaro Cervera han mostrado una gran regularidad, manteniéndose invariablemente en la segunda posición desde la tercera jornada. Sus armas, por todos conocidas: defensa férrea, poco riesgo en la búsqueda de la portería contraria y máximo aprovechamiento de los goles conseguidos. Tras varias temporadas decepcionantes, esta vez la Cultural sí ha cumplido, y con holgura, el objetivo de disputar el play-off de ascenso a Segunda División y, además, contará con la ventaja de disputar como local el partido de vuelta en la primera de las eliminatorias.
Objetivo cumplido. Y ahora, ¿qué?
El aficionado leonés parece compartir el sentir de que a su equipo no le corresponde la categoría por la que lleva penando innumerables temporadas, esta 2ª B que reduce a sus habitantes al casi absoluto anonimato deportivo. El aficionado leonés, llegados a este punto, olvidará las carencias de su plantilla y la precariedad de la situación económica e institucional en la que el club está sumido. Olvidará incluso todas las oportunidades perdidas en el pasado, esas otras fases de ascenso en las que la ciudad rebosaba optimismo y acabó sumida en la desilusión. El aficionado leonés, como no podría ser de otra manera, volverá a soñar. El míster, como era de esperar, tiene los pies en el suelo. Los demás, nos permitiremos creer en una nueva misión imposible.
lunes, 27 de abril de 2009
La Cultural Leonesa certifica el subcampeonato
lunes, 13 de abril de 2009
La amargura de Cervera enfría la euforia
En el Domingo de Resurrección, La Cultural Leonesa venció al filial del Deportivo de La Coruña con un despliegue de recursos marca de la casa: máximo aprovechamiento de los lanzamientos a balón parado en ataque y total implicación en labores defensivas. Idéntica receta con la que el equipo leonés ha conseguido la mayor parte de sus 18 victorias en lo que va de temporada. Evidentemente, a estas alturas, no parece nada probable que el chef se vaya a embadurnar en experimentos. Esta Cultural no engaña y debe ser verdad cuando dicen que los equipos de fútbol son reflejo de sus entrenadores, porque Álvaro Cervera es de los que hablan claro.
El discurso del míster apenas ha variado en todos estos meses desde su llegada a León. El tono de Cervera en la rueda de prensa de este domingo ha sido idéntico al de otros fines de semana. Igual de serio, igual de comedido, quizás algo más desencantado. Él es consciente de la situación en la que se encuentra el club, las limitaciones de su plantilla y las dificultades de la categoría. Sin embargo, en esta ocasión, sus palabras parecían ser las de un hombre decepcionado, desilusionado quizás. Es posible que Álvaro Cervera no esté recibiendo el reconocimiento que se merece por parte de ciertos sectores, aunque esto seguramente le traiga sin cuidado. Él teme mucho más que el tremendo esfuerzo de tantos meses de trabajo acabe resultando baldío y sufre con amargura la falta de colaboración de un entorno que no está a la altura de las circunstancias.
Tras muchas temporadas de fracaso deportivo, la situación del club en lo institucional se ha visto abocada a un deterioro difícil de remediar. A día de hoy, cuando la Cultural Leonesa, con un pie y medio en el play-off de ascenso, puede presumir de una plantilla entregada y un entrenador de primera fila, cuando el futuro debería contemplarse con esperanza, da la impresión de que el éxito sobre el terreno de juego no logrará sobreponerse a la debacle en los despachos.