domingo, 22 de septiembre de 2013
Con los pies sobre el césped
En los tiempos del espejismo, cuando se esperaba con impaciencia el ascenso a 2ª que pusiera a la Cultural Leonesa en la categoría que supestamente merecía ocupar, no se hubiera despedido al equipo con aplausos tras un partido como el visto esta tarde. Un par de errores en el pase, una falta de entendimiento y ya la grada hacía notar su descontento con el rendimiento de sus jugadores. No han transcurrido muchas temporadas desde entonces, pero parece que los fieles del culturalismo han terminado por asumir la realidad de su club y su ciudad, en un momento en el que rige eso del sálvese quien pueda.
Las desmedidas expectativas de entonces, salvando las enormes distancias, me recuerdan, dentro de la élite futbolística, a las de la afición del Valencia. Con un club irremisiblemente arruinado y la necesidad de vender cada año a su mejor jugador, esa hinchada ha reaccionado con encendida vehemencia al mal arranque de temporada de sus muchachos. No fue suficiente terminar en puestos de Champions al mismo tiempo que la deuda se iba reduciendo paulatinamente: Unai Emery y Manuel Llorente no se libraron de ser vituperados desde los graderíos y sus sustitutos no van a tener nada fácil seguir obrando el milagro de los panes y los peces. Mientras los grandes medios de comunicación, en su afán por ser políticamente correctos, califican a los aficionados valencianistas de exigentes, a mí últimamente me parecen más ilusos que otra cosa.
En el Reino de León no es que seamos precisamente un ejemplo a seguir, qué duda cabe, pero al menos esta temporada los culturalistas se están mostrando comprensivos y realistas. El empate de hoy frente al Racing de Santander no sabe mal, porque frente a un equipo con cartel y aspiraciones, la Cultural dio la cara, dominó por momentos y sólo en los últimos minutos llegó a verse superada por su rival. Jugadas hilvanadas apenas se vieron, ocasiones de gol, menos aún, pero no cundió el desnánimo, ni sobre el terreno de juego ni sobre los asientos.
Cuando se trata de la competición, no se puede caer en el conformismo. Sin embargo, siendo serios, ya es un éxito participar en 2ªB, viniendo de donde se viene, y más hacerlo con un presupuesto tan adelgazado. Por técnica futbolística, dudo que la Cultural se logre imponer a muchos equipos en la presente temporada, pero si se suple esa carencia con entrega y espíritu de equipo, como se ha visto en los últimos partidos, el objetivo de la permanencia estará un poco más cerca. Con los pies en la tierra, o en el césped, es lo más que se puede pedir desde la grada.
domingo, 1 de septiembre de 2013
Y la Cultural regresó a 2ª B
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Foto cortesía V. Lobo |
Pues sí, tras dos años de excursiones por la tierra de sabor, la Cultural Leonesa ha recuperado un puesto en esa 2ª División B de la que se despidió tan amargamente en su día. Entonces el descenso se consumó no por cuestiones deportivas, sino a causa de la nefasta gestión económica de unos dirigintes de cuyo nombre ya nadie parece acordarse, cosa de la que debemos alegrarnos. A lo largo de este tiempo, no pocos han sido los cambios en el club leonés, que ha recibido un beneficioso lavado de cara en lo institucional y, sin embargo, como en la caja de caudales siguen campando las telarañas, este regreso tiene sus similitudes con lo sucedido hace dos veranos.
Y eso que, por mucho que los aficionados celebraran a lo grande tras el partido decisivo en Oviedo, nuevamente no fueron los marcadores, sino los despachos, quienes tuvieron la última palabra a la hora de determinar el destino definitivo de la Cultural. Tras unos días en los que se temió lo peor, el imprescindible aval bancario que permitiría al club leonés certificar su ascenso de categoría llegó a la segunda, con suspense y en circunstancias insólitas. Pero es que el deporte profesional es cada vez más irreconocible.
¿Alguien recuerda aquello que se decía en ciclismo de que no se ganaba hasta cruzar la última línea de meta? Qué aforismo más obsoleto. Gracias a los avances de la ciencia a la hora de detectar sustancias prohibidas, el resultado de las pruebas ciclistas estará en tela de juicio durante años. Y lo mismo pasa con las medallas olímpicas, que incluso hay quien se ha hecho con una después de haberse retirado... Pero aunque el fútbol no padezca los escándalos relacionados con el dopaje, al menos de momento, no es menos sintomático de la situación por la que pasa ver, por ejemplo, la tabla clasificatoria del grupo I de 2ª División B, la de nuestra Cultu, en la que hay un puesto que no ocupa ningún equipo. No es broma. A pesar de que la competición haya comenzado, hay una plaza todavía por adjudicar, es decir, que hay un equipo que aún no ha llegado, pero parece que está de camino.
Así que este es el fútbol del momento, en el que puede pasar que una plantilla logre un ascenso y obtenga a cambio una reducción de sueldo. Eso que ya cansa tanto de los recortes no deja de ser triste, seguramente injusto, aunque quizás también sea, en lo que concierne a la Cultural, una muestra de sentido común. O simplemente instinto de conservación.
Pero volviendo a lo que ahora nos ocupa, ni más ni menos que el regreso de la Cultural y Deportiva Leonesa a la división de bronce del fútbol español, y la satisfacción que eso implica, debo destacar que, a juzgar por lo visto esta tarde frente al Guijuelo, en el aspecto estricamente deportivo, todo sigue como lo dejamos hace dos años. Siguen primando la precaución defensiva, el orden táctico, el despeje sin contemplaciones, el balón parado y la pérdida de tiempo sin el más mínimo disimulo. Por mucho que en León hayamos querido pasar por sibaritas, esto es lo que hay. En la 2ª se aprecian destellos de calidad, en la 3ª se respira esa espíritu noble de lo amateur, pero la 2ª B, por si alguien no lo recordaba, es un sálvese quien pueda. Esperemos que nuestra Cultu lo logre en esta difícil temporada que acaba de comenzar, porque no va a ser nada fácil.
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