domingo, 24 de mayo de 2009

La Cultural Leonesa no supera la primera valla

Un único gol bastó al Sabadell para lograr el pase a la segunda eliminatoria del play-off de ascenso a Segunda División. Un gol, además, al más puro estilo culturalista: balón parado, centro al área y cabezazo a la red. Poco más tuvo que hacer el conjunto vallesano, aparte de aguantar una última media hora de empuje desesperado por parte de los leoneses. Los ánimos de la grada no bastaron para cambiar la suerte de una Cultural negada con la portería contraria y presa de los malos augurios de una historia plagada de fracasos en la fase decisiva de la competición.


Pero como la esperanza es lo último que se pierde, los aficionados acudieron en masa al Reino de León, que presentó un aspecto excepcional. Al fin y al cabo, la trayectoria del equipo desde el comienzo de la temporada había sido esperanzadora, al igual que el resultado cosechado en tierras catalanas, aunque hubiera que esperar a finales de Mayo para dejar de ver asientos vacíos en el graderío. Los cánticos de ánimo se desataron desde el pitido inicial. Un reducido grupo de seguidores visitantes aguardaba su momento en una esquina del estadio. Ellos serían quienes acabarían celebrando al final de la tarde.

La primera parte fue brusca, tosca, un cuerpo a cuerpo que el árbitro no supo reconducir. Los protagonistas, atenazados por la importancia del envite, ofrecieron un fútbol de patatal sin apenas presencia en las áreas. En la reanudación, sin embargo, no sólo la lluvia hizo acto de presencia. Ambos equipos salieron dispuestos a llevarse el gato al agua. El Sabadell comenzó a estirarse con cierto peligro, pero las ocasiones las firmó la Cultural. Dos cabezazos en boca de gol pudieron haber cambiado el resultado final, pero el portero visitante respondió a ambos de manera brillante. Ya con el marcador en contra, un remate a bocajarro se iba a las nubes cuando se cantaba el gol en las gradas y, con él, la última gran oportunidad culturalista.


Hoy es, indudablemente, un día triste para el culturalismo. La eliminación ha sido prematura y ante un rival inferior. Pero, en realidad, el objetivo ya estaba cumplido. A nadie se le escapa que esta plantilla estaba excesivamente corta de recursos como para superar tres eliminatorias a cara de perro. Lo que sí invita al pesimismo es la acuciante crisis institucional del club, que no hace albergar muchas esperanzas de que las piezas claves de este proyecto vayan a continuar la próxima temporada. Un proyecto que, con algo más de tiempo de cocción, podría acabar dando el resultado apetecido. Habrá que esperar acontecimientos, pero, desgraciadamente, todo parece que no va a ser así.