domingo, 22 de febrero de 2009

El Carnaval no desdibuja a la Cultural Leonesa frente al Zamora

Gomis tiene a su disposición un tiro libre. Si lo convierte, su equipo se pondrá un punto arriba a falta de pocos segundos para la finalización del partido. Mientras el jugador toma aire, deseo que nadie gane todavía, que sigan jugando. Entonces el balón rebota en el aro y el ataque siguiente, necesariamente precipitado, no obtiene frutos. Nos vamos a la prórroga. Los dos finalistas, extenuados por el esfuerzo, regalan al espectador 5 minutos extra de emoción y espectáculo del máximo nivel. En España, como en casi todo el mundo, el fútbol sigue siendo el deporte rey, pero la final de la Copa de Baloncesto pone en el lugar que se merece a este juego cada vez más universal. Una manera extraordinaria de cerrar un fin de semana deportivo que había comenzado con la exhibición abrumadora del Real Madrid y el insospechado tropiezo del Barça frente al colista. Todo muy apropiado para estos días de ambiente carnavalero.

En mitad de los grandes acontecimientos, de los equipos entronizados y las figuras hollywoodienses, una nueva jornada también en el tranquilo anonimato de la 2ª división B. La visita del Zamora al Reino de León, una nueva prueba de fuego para los aguerridos muchachos de Álvaro Cervera, acuciados por los incidentes extradeportivos y mermados en su moral por los últimos resultados en los terrenos de juego. Intranquilidad y exigencia, pero también esperanza, puesto que la afición culturalista esta temporada sí está cumpliendo con su papel. Si el feudo leonés es el más inexpugnable de la categoría, por algo será.


Con el once de gala sobre el césped y un sol benefactor en el cielo, la Cultural Leonesa intentó reencontrar las buenas sensaciones de meses atrás, a sabiendas de la trascendencia del partido y la peligrosidad del rival. Enchufado desde el comienzo, el conjunto leonés no sólo doblegó al zamorano, sino que brindó los mejores momentos de fútbol de la temporada a una grada entusiasmada y deseosa de silenciar a los hinchas rivales presentes en el estadio. Con un juego preciso y variado, acertado tanto a nivel individual como colectivo, la cultu se hizo merecedora de una victoria que, teniendo en cuenta las claras ocasiones de que disfrutó, debió haber sido más holgada.

Sin embargo, los errores frente a la portería rival pudieron haberse pagado amargamente. En los últimos minutos, el Zamora acorraló a los locales en su área, colgando balones en busca de un remate salvador. El público contuvo el aliento durante el tiempo de descuento. Pero los tres puntos se quedaron en León. Los aficionados confían en que esta temporada la Cultural también llegue a la prórroga de la competición, hasta esa fase de ascenso que lleve a su equipo a territorios inexplorados. En tiempo de carnaval, es un lujo que nos podemos permitir.